Con una situación incierta a nivel de gestión administrativa y con conflictos abiertos a nivel de departamentos técnicos, la actividad de la Oficina Nacional del Juego está bloqueada en estos momentos por los controles que otras instituciones estatales están realizando en la sede del organismo que aprueba, controla y regula el ámbito del juego en Rumanía.
Después del Cuerpo de Control del Ministerio de Finanzas y del Cuerpo de Control del Primer Ministro, que están llevando a cabo procedimientos para verificar la actividad, el Tribunal de Cuentas anunció su presencia en la institución, queriendo averiguar cómo se gastaba el dinero de la institución.
Estos controles, ya sean puntuales o en respuesta a reclamaciones, paralizan el trabajo de una institución y se traducen en un procedimiento de entrega y recepción de justificantes.
Todo esto ocurre en un contexto en el que la ONJN tiene una dirección interina, el vicepresidente Mihail Silviu Pocora tiene las atribuciones de presidente, y los procedimientos internos se ven dificultados por el hecho de que el anterior jefe, Alin Teodor, aún no ha llevado a cabo el proceso de traspaso al nuevo líder.
Qué hace el Tribunal de Cuentas
¿Qué hace el Tribunal de Cuentas en la NAO? El Tribunal de Cuentas ejerce la función de fiscalización de la formación, administración y utilización de los recursos financieros del Estado y del sector público.
El Tribunal de Cuentas también puede fiscalizar la gestión del presupuesto general consolidado y de cualquier fondo público.
La actividad de auditoría externa realizada por el Tribunal de Cuentas se lleva a cabo de acuerdo con sus propias normas, adoptadas sobre la base de las normas internacionales de auditoría generalmente aceptadas.
A través de sus conclusiones y recomendaciones, la auditoría de rendimiento pretende reducir los costes, aumentar la eficiencia en el uso de los recursos y alcanzar los objetivos propuestos.