El Barcelona ganó el sábado en Cádiz (4-0), pero el fútbol pasó a un segundo plano en el partido de la quinta jornada de LaLiga.
Los goles fueron obra de De Jong (55′), Lewandowski (65′), Fati (86′) y Dembele (90+2′).
Según Mundo Deportivo, en el minuto 80 el árbitro detuvo el partido debido a una emergencia médica en las gradas, ya que un espectador sufrió un infarto.
Desde el banquillo del Barcelona se envió un desfibrilador que el portero del Cádiz, Ledesma, llevó a la grada y lo lanzó a los aficionados para que se lo pasaran y llegara al espectador afectado.
Los jugadores, el personal técnico y los árbitros parecían muy angustiados durante la intervención médica. Incluso se vio a Ronald Araujo rezando. Tras una interrupción de 20 minutos, el árbitro pidió a los jugadores que se dirigieran a los vestuarios.
Las emociones se desbordaron después de que un camarógrafo también se metiera en problemas, al sufrir una crisis nerviosa. Además, una hija del aficionado que había sufrido el infarto se desmayó.
Tras 47 minutos de interrupción del juego, el aficionado fue retirado de las gradas en camilla y los jugadores volvieron a calentar y luego se reanudó el juego. El presidente del club gaditano, Manuel Vizcaaino, dijo que el aficionado había sido estabilizado en el momento en que fue trasladado a la ambulancia, informa News.ro.