Sheffield United 0-8 Newcastle: El equipo de Eddie Howe destroza a los Blades y aumenta la presión sobre Paul Heckingbottom.
Sean Longstaff marcó el primer gol del Newcastle en su victoria por 8-0 en Bramall Lane.
Si esto fuera fútbol juvenil, Sheffield United habría terminado con todos sus suplentes en el campo y el árbitro mostrando piedad al pitar el tiempo reglamentario mucho antes de que Alexander Isak marcara el octavo del Newcastle en el minuto 87.
De hecho, la defensa local no habría desentonado en un partido infantil. El técnico de los Blades Paul Heckingbottom hará bien en sobrevivir a esto. Lo único que hizo su equipo en la segunda parte fue ondear la bandera blanca. Suman un punto de seis y son colistas. Parecen más un equipo de la Championship que de la Championship.
Afortunadamente para Heckingbottom, no quedaban muchos aficionados locales para abuchearle a él y a su equipo al final. Aquellos seguidores que corrieron hacia las salidas más rápido de lo que ninguno de sus jugadores se había movido en la segunda parte bien podrían esperar un cierre parcial del campo la próxima vez, ya que las autoridades investigarán una botella que golpeó a Elliot Anderson tras el tercer gol del Newcastle. En consonancia con la incompetencia de South Yorkshire, el proyectil iba sin duda dirigido a la cabeza del jugador, pero aterrizó en su pie.
El Newcastle, por el contrario, fue despiadadamente eficaz. Eddie Howe ya puede relajarse un poco. Admitió que una reciente racha de tres derrotas consecutivas le había inquietado y, aunque esta semana comenzó con una victoria por 1-0 en casa ante el Brentford y un empate sin goles en Milán en el Liga de Campeones, seguía habiendo dudas sobre su rendimiento, especialmente en ataque. Aquí encontraron algunas respuestas, ocho de ellas, de hecho.
Uno espera que esto encienda algo en nosotros y repitamos esta actuación con regularidad», dijo Howe. Hemos vuelto a nuestro mejor nivel. Pero nunca dudé de nosotros, tenemos jugadores extraordinarios’.
El jefe del Sheffield United, Paul Heckingbottom, hará bien en sobrevivir a esto tras su rendición
Dan Burn marcó el segundo, aunque el Sheffield United debería haberle marcado mejor
El Newcastle arrasó tras adelantarse en la primera parte e igualó su mayor goleada en la Premier League. Fue la mitad azul del Sheffield en la final de aquella goleada de 1999, cuando Alan Shearer marcó cinco en St James’ Park. Esta vez no hubo tal monopolio de los goles, ya que volvieron a marcar ocho goleadores diferentes, un récord de la Premier League en un partido.
Parece que fue hace mucho tiempo, pero Bramall Lane abucheó al árbitro Stuart Attwell cuando se dirigía al túnel de vestuarios en el descanso. Deberían haber comenzado su muestra de burla 30 segundos antes, cuando sus jugadores hicieron el mismo recorrido. No fue Attwell blando en la entrada del primer gol de Sean Longstaff, y tampoco fue responsable de marcar a Dan Burn y Sven Botman en el segundo y el tercero del Newcastle. De hecho, el mayor error de Attwell -agravado por el VAR- fue no conceder un penalti cuando el excelente Anthony Gordon fue zancadilleado por Jayden Bogle en el 3-0.
Sí, cada uno de los goles del Newcastle en la primera parte requirió cierto análisis forense a la hora de determinar su legitimidad, pero Attwell y los árbitros acertaron. Longstaff adelantó a los visitantes en el minuto 21, tras un saque de banda de Gordon. ¿La queja local? Gordon tocó el balón con la mano tras una débil entrada de John Egan en la línea de banda. Sin embargo, dado que fue accidental y no condujo directamente a un gol -Gordon no fue el autor-, los árbitros acertaron al permitir que se mantuviera.
En el minuto 31, Burn remató de cabeza en el segundo palo un saque de esquina botado por Kieran Trippier. ¿La queja del Sheffield esta vez? El balón golpeó en la parte superior del brazo de Fabian Schar en la jugada previa al saque de bandera. Una vez más, se trataba de un 50-50 y no significaba que el defensa Anel Ahmedhodzic tuviera que perder la carrera de Burn.
Botman fue el siguiente en castigar ese inexistente marcaje al rematar un lanzamiento de falta de Tripper para marcar su primer gol con el Newcastle en su 50ª aparición. Los Blades argumentaron que el balón muerto, concedido por una dura entrada de Jack Robinson sobre Longstaff, era injusto. En la Championship se pueden hacer entradas tan fuertes, pero no en la Premier League. Aun así, no perdonó a Attwell en el descanso.
Sin embargo, a la hora de partido, el recuerdo de cualquier aparente injusticia se había borrado por completo. Para entonces, el público local -lo que quedaba de él- se había dado cuenta de que los de rojo y blanco eran los más ineptos.
Kieran Trippier dio su tercera asistencia al asistir de cabeza a Callum Wilson en el minuto 56.
Tom Davies, jugador del Blades, despejó sin querer el balón para Alexander Isak, autor del octavo gol de las Urracas.
Eddie Howe supervisó que su equipo del Newcastle no tuviera problemas con la resaca de la Liga de Campeones
El Newcastle marcó cinco goles más en la segunda parte. Trippier registró su tercera asistencia al caer deliciosamente sobre la frente de Callum Wilson para cabecear a gol en el minuto 56. Gordon consiguió el gol que merecía cinco minutos más tarde, escapando a la negligente resistencia de Ahmedhodzic antes de rematar a la escuadra desde 20 metros.
Howe, que introdujo a Gordon por el lesionado Harvey Barnes en el minuto 12, declaró: «Ha sido el mejor partido de Anthony con nosotros. Ha sido directo y ha supuesto una auténtica amenaza. Además, tiene una gran actitud’.
En el minuto 68, Miguel Almirón intercambió pases con Bruno Guimaraes y se escapó para anotar su primer gol de la temporada. Esta era la ocasión -y el rival- para romper una racha estéril. Guimaraes anotó su primer gol desde mayo a bocajarro en el minuto 73.
Finalmente, Isak se internó en el área, sorteó a Robinson y superó a Wes Foderingham sin sudar. ¿La asistencia? Fue Tom Davies, del Sheffield, quien había despejado a Isak. Fue el resumen de su lamentable actuación.